La antigua ermita de San Sebastián que data del siglo XVI fue transformada en parroquia en 1954, y aunque su interior ha sido muy modificado, sigue los esquemas habituales de este tipo de construcciones en los Pedroches.
Tiene una única nave con cuatro tramos separados por arcos de diafragma sobre pilares en granito.
En la cabecera se le ha añadido una cúpula con linterna y una serie de capillas laterales con bóvedas de cañón.
La portada de esta iglesia tiene un gran encanto, el vano de acceso se hace mediante arco de medio punto precedido de un pequeño pórtico con tres arcos de gran belleza, todo en granito.
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